jueves, 10 de febrero de 2011

Sonreír y saludar.

Ahora es cuando me doy cuenta de que todo es diferente. Él es diferente, yo, nosotros. Todo lo que un día eran sonrisas, miradas, mensajes, noches hablando.. Ya no existe. Ya no hablamos, ni si quiera nos vemos. Yo para él no existo, o hace como si así fuese. Sin embargo no dejo de darle vueltas a todo esto porque simplemente me importa, y porque tal vez le quiero. Porque necesito sus sonrisas. Y me rayo, me rayo porque no sé que ha pasado, no sé por qué, cada vez que le veo conectado no me habla como antes, no sé porque me trata así.. Tampoco sé que pasará cuando nos veamos, y si llegaremos a vernos. Tampoco sé que puedo decirle. Sonreír, y pasar de todo, como si no hubiera pasado nada.. Es lo más práctico.