miércoles, 12 de enero de 2011

You belong with me..


Estás hablando con tu novia y está enfadada, no entiende tu sentido del humor, es un poco arrogante, egoista.
Estoy en mi habitación, es un típico miércoles por la noche, estoy escuchando un tipo de música que alomejor ella nunca escucharía ni entendería. Ella es de las de mini falda, de las que son de un palmo. Yo de las de vaqueros y leggins. Ella es una de esas personas que todos toman por popular, yo sólo una más.
Aquí sigo, soñando en que te despiertes, abras los ojos, y te des cuenta de que lo que has estado buscando ha estado aquí todo el tiempo. Si pudieras ver que soy la única que te entiende, que te comprende, que está a tu lado.. Deberías estar conmigo. Caminando juntos por la calle, sólo así soy feliz, se detiene el tiempo, pasa lento y a la vez rápido, parece que no hay nada más que tu y yo. Riéndonos en el banco de un parque, diciéndome a mi misma, que esto no es nada fácil, no es fácil estar así de bien con la persona que más quieres sin saber lo que él siente. Y si te soy sincera, tu tienes una sonrisa que podría iluminar este pueblo entero, pero no la veo desde que ella te hizo daño. Sin embargo dices que estás bien, que son solo tonterías, o malas pasadas, pero te conozco mejor que todo eso. ¿Cómo puedes estar con una chica así? Espero que algún día te pares a pensar en todo esto..

¡Qué ilusa!

Me gustaría, estar tumbada contigo, viendo el cielo, ¿no sería perfecto? Contar las estrellas y perder la cuenta. O contar la misma tres o cuatro veces. Y, ¡mira!, ¡una estrella fugaz! Es el momento de pedir un deseo. Ahora mismo.. Deseo.. ¡Zas! Ya has pedido algo, inconscientemente te das cuenta de que acabará por no cumplirse. Es ley de vida, "La ley de Murphy". Mírale, ahí, tan preocupado por no preocuparse.. ¿Él también habrá pedido lo mismo que yo? Qu inútil soy.. Demasiado soñadora. Estoy imaginandome cosas que ni si quiera están pasando y quizás nunca pasen.

¿Típico? No esta vez.

Típica situación, típico sitio, típica historia. Chica se enamora de chico. Típico chico rebelde. Típica chica buena. Esta vez no. No me gusta. No me he enamorado de él. No es muy rebelde que digamos. Y eso de la chica buena... Mejor que decida el resto, pero por mi parte.. Ni buena ni mala. Siempre me mantengo en el punto intermedio, si, eso de vaso medio vacio o medio lleno, para mi no significa nada, nunca he entendido porque no puede ser algo intermedio, ni medio vacío, ni medio lleno, dejemoslo en que tiene agua.
Bueno, si, por donde iba yo, era porque mi historia no es la típica historia, no es de esas bonitas de princesas, ni de estar todo el día llorando. Odio los cuentos de princesas, ni lo soy, ni me lo creo, ni existen.
Él es un chico normal, si, normal en todos los aspectos, solo que para mi es especial, nada de perfecto. Con nuestras conversaciones de esas que guardas y miras casi todos los días, con nuestras discusiones que tampoco se olvidan. Es como una montaña rusa. Unas veces estamos en lo alto, completamente felices, pero los momentos en los que estamos bajo, son odiosos.
Y esta es mi historia, nuestra historia.

Mi felicidad tiene nombre y apellidos.

Mañana, mañana será un día diferente. ¿Qué pasará? Nadie lo sabe. Yo soy nadie. Tengo mis días planeados, o mejor dicho obligados a seguir una rutina. Madrugar, ir a clase. Ver a gente que preferirías no ver. Profesores. Gente que no tiene problemas. Gente que te es indiferente. Gente que intenta ocultar sus problemas fingiendo ser alguien que no es. Falsos, muchos. Gente que te alegra los días, que te da ese pequeño empujón, ese que te da las pocas ganas de ir a clase. Vuelvo a casa. Ordenador. Tuenti para ser más exactos. No está conectado. Pasa una hora, dos. Ahí está. ¿Qué hago? ¿Le hablo, no le hablo? ¿Me contestaría? Alomejor le resulto pesada. Paso de él. Tiene un comentario, lo miro. Fotos con sus amigos. Me sé todas sus fotos de memoria. Se acaba el día. ¿Algo nuevo? No.
Ves, perfectamente puedo saber lo que me pasará al día siguiente. Hasta que llega ese día, el que todo el mundo espera. Aparece esa persona, ésa que todo el mundo busca. Ese ÉL. Esa felicidad. Entonces todo deja de ser una rutina.