sábado, 5 de febrero de 2011

Una de las mil preguntas sin respuesta.

Nunca apreciamos a tiempo lo que tenemos. Primero no le damos ni la más mínima importancia y, cuando lo perdermos, nos arrepentimos de haberlo hecho. Pero, ¿de qué pretendemos quejarnos? Es algo que nunca entendré, nunca entenderé porque nos arrepentimos tanto de perder a esa persona, si nunca le hemos apreciado. Alomejor en ese momento nos damos cuenta de que era esa persona la que estaba siempre ahí, apoyándote, alomejor es en ese momento cuando de verdad vemos quien de verdad nos quería, hasta que se cansó. Todos nos hemos ido de la vida de alguien, y todos hemos perdido algo que en realidad era todo. Pero, ¿por qué lo hacemos? Nunca lo entenderé.

Cuando nada era difícil.

Lo más bonito es cuando tienes diez, u once años, y te enamoras. Si, es muy diferente a partir de los trece. Pues, aunque el amor no es lo más bonito del mundo, con ciertas edades, lo parece. Aunque yo hablo por mi. Te pasas el día mirándole, como si fuera lo único que debes hacer, como una obligación. No te importa lo que haga, solo te fijas en lo que tenga que ver contigo, y con él. Le das la máxima importancia a cualquier pequeño detalle y, con eso eres feliz. No te rayas por todo, ni por nada. Te sobra con que fueses tu la primera, o segunda a la que eligiera al hacer equipos, con que te preguntara cosas, o con que te hablara por el messenger. Nada de miradas ni sonrisas, ni besos ni abrazos, ni te quiero ni te amo. Nada es lo mismo, y solo con dos años, cambian mucho las cosas.

Vive.

¿Sabes qué? Que al fin y al cabo, la vida se va a acabar queramos o no. No es por ser negativa, si no más bien al contrario, realista.  Haz todo lo que quieras hacer. No hagas lo qe no debes, pero equivócate. Ríe como si fuera la última carcajada, llora, pero que también sea de felicidad. Sí, eso y el resto de miles de cosas que cualquier persona haría. AMA. Sufre y pasa página. Recuerda y olvida. Viaja; ves a donde quieras, sea Nueva York, o sea Londres.

Piensa.

Que la vida es más que todo eso, es más que estar ahí todo el día rayándote por tonterías, es más que preocuparse por cosas que tienen solución, es más que perderla con una persona, teniendo a más de cinco millones con las que probar. Es mucho más que perder el tiempo, pensando en qué emplearlo, es más que pensar en lo que harás mañana, es más que darle vueltas al pasado. Es más que querer dejar algo a la primera que vienen los problemas, es más que caerse y levantarse, es más que perder gente.
Es rayarse, para después entender las cosas, ver las cosas con un poco más de positividad, saber aprender de los errores aunque cueste, perder el tiempo con quien de verdad se lo merezca, querer a quien te quiere, no pensar en un mañana, ni recordar el ayer, es improvisar cada momento. Vivir de recuerdos, de esos que siempre vale la pena recordar. Es seguir luchando por todo lo que quieres si de verdad te importa, no dejar las cosas en cuanto te vienes abajo, sino seguir luchando por ellas..¿Quién sabe si se pueden conseguir?