miércoles, 20 de abril de 2011

Ya no quiero más amigas de plástico ni novios de papel.

Tengo la mala costumbre de ilusionarme, de esperar cosas sin pensar en las consecuencias. La mala costumbre de no acostumbrarme a la gente. Es que yo, sabía de sobra que eras así, soy muy sabia, y por suerte o por desgracia, hay cosas que me veo venir. Ella nunca va a cambiar. Me dice mucho pero luego no demuestra nada, no sé si no se da cuenta, o si lo hace para hacerme daño. Que aquí hay gente para no aburrirse. Que nada es para siempre, asi que no te acostumbres porque a la primera de cambio te llevas decepciones. Ya no me creo nada de nadie, no hay nada diferente ahí fuera, nada por lo que luchar que merezca la pena.
A veces siento que me quedo sola, que nadie me entiende y que nadie se da cuenta de lo que tiene hasta que lo pierde.

Pero el primer amor nunca se olvida.

¿Por qué le quiero? ¿Por qué no dejo de pensar en él? ¿Por qué le necesito a cada momento del día? ¿Por qué se me acelera el corazón cada vez que se conecta? ¿Por qué no puedo dejar de mirarle? ¿Por qué amo cada uno de sus gestos? ¿Por qué cuando me sonríe, me vuelve loca? ¿Por qué nunca puedo dejar de hablar de él? Bueno, a ciencia exacta no lo sé, algunos le llaman estar enamorado, otros le llaman estar obsesionado.

Un largo camino.

Ahora mismo no sé que camino tomar. Estoy en blanco. Ni si quiera sé si hay camino o no. Tengo muchas preguntas sin respuestas y muchas respuestas sin preguntas, que quizás nunca se resuelvan. Todos tenemos a una persona que nos acompañe en el camino, y la mía no ha aparecido, me canso de esperarle. Tal vez tenga a unos cuantos, pero no a ésa persona, y hasta que no la tenga, no me voy a ir. ¿Te vienes?