miércoles, 20 de abril de 2011

Ya no quiero más amigas de plástico ni novios de papel.

Tengo la mala costumbre de ilusionarme, de esperar cosas sin pensar en las consecuencias. La mala costumbre de no acostumbrarme a la gente. Es que yo, sabía de sobra que eras así, soy muy sabia, y por suerte o por desgracia, hay cosas que me veo venir. Ella nunca va a cambiar. Me dice mucho pero luego no demuestra nada, no sé si no se da cuenta, o si lo hace para hacerme daño. Que aquí hay gente para no aburrirse. Que nada es para siempre, asi que no te acostumbres porque a la primera de cambio te llevas decepciones. Ya no me creo nada de nadie, no hay nada diferente ahí fuera, nada por lo que luchar que merezca la pena.
A veces siento que me quedo sola, que nadie me entiende y que nadie se da cuenta de lo que tiene hasta que lo pierde.