sábado, 8 de enero de 2011

Insomnio.

Muchas, muchas cosas en mi cabeza. Él, ella, ellos, ellas. Las doce, la una. No puedo dormir. Leo un rato. Un poco más. Diez, veinte páginas. Las tres. Tres y media. Me acuesto, intento dormir. No puedo. Cuatro menos cuarto. Leo, seis, siete páginas más. Problemas, siguen rondando en mi cabeza. Él, ellas, risas, muchas risas. Ahora todo son lágrimas, lágrimas que se dibujan en mi cara. Estoy llorando. No puedo dormir, ellos no me dejan, buenos, malos recuerdos, falsas promesas y falsas amistades... En que coño estaría pensando el día en el que decidí arreglarlo todo. Más gente falsa. Dos, tres, cuatro personas más. Menos ganas de dormir. Cuatro y media de la madrugada, todo en silencio. Mis lágrimas se acaban. Apago la luz. Intento dormir. Dos vueltas. Giro la almohada. Cojo el móvil; Cinco menos veinte. Miro algunos mensajes. Que trágico. Muchos te quiero escritos. Falsos, muy falsos. Lo dejo en la mesa. Me giro. Por fin duermo. No hay sueños, no hay nada.